Vivimos en una sociedad esclava de la felicidad. No quiero desacreditar este estado. Lo que si tengo claro es que no pienso que sea saludable dejar de lado una amplia gama de emociones para poder sentirnos «felices» las 24h del día. Somos seres humanos que sienten, y si, sentirnos bien nos encanta pero también nos sentimos mal y no sabemos gestionarlo, tendemos a negarlo y esconderlo.
Desde mi punto de vista, la alegría es una emoción difícil de gestionar y si lo es también para ti, acompáñame y veremos paso a paso cómo podemos aprender qué es la alegría, cómo se manifiesta y cómo gestionarla adecuadamente.
¿Qué es la alegría?
La alegría es una emoción básica, considerada como la más gratificante.
A nivel fisiológico, aumenta nuestra tasa cardíaca, respiratoria y se secretan ciertas hormonas como la serotonina y endorfinas. Todo en base a una vivencia (interna o externa) que se valora como favorable.
A nivel conductual, la manifestación más común es la sonrisa. Se suele asociar con el bienestar, plenitud o felicidad.
Funciones
Facilita la exploración del entorno y el contacto con los demás: fortalecemos nuestras relaciones personales ya que nos apetece más crear vínculos con el exterior, lo cual mejora nuestra autoestima.
Favorece la creatividad: focalizamos más la atención al conjunto de la información disponible en el entorno y en nuestro interior (atención ya que puede tener sus riesgos ya que se pierde el foco de ciertos detalles en nuestra actuación). Además aumenta nuestros pensamientos positivos y mantiene la motivación. Lo cual nos permite entrar en un estado de creación.
Mejora nuestro sistema inmune: se vincula a una mejor recuperación a nivel cardiovascular tras problemas coronarios. También disminuye las reacciones de otros estados como la ansiedad, nos libera.
Claves para el manejo de la alegría
Conocerse a uno mismo, nuestras motivaciones y necesidades profundas e internas.
No distinguir las emociones como buenas o malas. Diferéncialas como agradables o desagradables porque todas son válidas y nos enseñan algo.
Fomentar la expresión de todas las emociones.
No sobrevalores la alegría.
Permítete sentir, sin sentirte culpable por no estar siempre alegre. Eres humano, déjate vivir.
La relajación (si quieres saber más sobre esto lee este post) es una técnica maravillosa para ayudar a calmarte en momentos de mucha alegría.
En definitiva, la alegría es una emoción que a nivel social es muy aceptada. Aunque se piense que no existen dificultades, un estado prolongado e intenso de la misma te puede llevar a idealizarla y no poner el foco en las posibles consecuencias negativas. Permítete sentir cada una de las emociones sin tenerle miedo a ninguna ni sobrevalorarlas. Siente, vive, sé tu mismo y conócete. Tal y como lo dijo Bucay, «no somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con ellas«. Ya tenéis las herramientas, el próximo paso lo dais vosotros, yo ya estoy dándolo, ¿te apuntas?
Agradecimientos a Ericka Bastias por reflejar el mensaje esencial de este post. La felicidad no es estar y sentir bien todo el día, es buscar el bienestar en nosotras/os mismas/as y permitirnos sentir todas las emociones.