Las olas de calor sofocantes, sequías, incendios, contaminación, extinción de especies… Si al leer esto tu ansiedad climática se está disparando, te cuento cómo controlar tu ansiedad climática en 3 pasos.
No estás sola/o es un problema de índole MUNDIAL. No podemos hablar de salud mental sin tener en cuenta la salud de nuestro planeta. Entiendo que este tema te preocupe, a mi también, así que vamos a ponerle solución.
Qué es la ansiedad climática
Probablemente no hayas escuchado hablar de este concepto pero con un mínimo de intuición te podrás imaginar a qué se refiere. Lo que está claro es que tu interés hacia este tema te ha traído hasta aquí.
Verás la ansiedad climática (también denominada ecoansiedad) NO es una condición médica ni un diagnóstico. En realidad, es una reacción emocional adaptativa ante amenazas reales como lo son los incendios, sequías y cambios bruscos de temperatura.
Sin embargo, en algunos casos, esta ansiedad puede ser TAN intensa que puede llegar a desencadenar en un problema psicológico como por ejemplo un trastorno adaptativo o un trastorno de ansiedad, ya que la persona siente que no puede realizar su rutina diaria. En este punto, conviene buscar ayudar psicológica.
Puede que estés pensando que la ansiedad climática no es tan común, te equivocas. Según la Royal College of Psychiatry 3 de cada 5 personas están preocupadas por el cambio climático. Tampoco pienses que es un tema de adultos, The Lancet ha publicado un estudio destacando que los sentimientos negativos generados por el cambio climático afectan a la vida diaria del 45% de los jóvenes entre 16 y 25 años. Se habla poco pero es un tema candente y de gran importancia.
Qué es la solastalgia
Es un concepto muy ligado a la ecoansiedad. Fue acuñado por el filósofo australiano Glenn Albrecht y refiere al conjunto de trastornos psicológicos que se producen en una población nativa tras cambios destructivos en su territorio.
Las personas afectadas por la solastalgia han vivido las consecuencias de un desastre natural (aquí tenemos la gran diferencia con respecto a la ecoansiedad, te la explico a continuación). Según un informe realizado por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) entre los supervivientes del huracán Katrina en el 2005 presentan un 4% más de posibilidades de experimentar un problema psicológico.
¿Cuál es la diferencia entre solastagia y ecoansiedad?
Las personas afectadas por la solastagia han vivido en primera mano las consecuencias de un desastre natural.
Las personas afectadas por la ecoansiedad pueden padecerla sin haber sufrido las consecuencias de un desastre natural en sus propias carnes.
¿Entiendes la diferencia? Es sutil pero importante.
Síntomas ecoansiedad
Estas son las señales de que estás experimentando ecoansiedad:
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
- Aumento del ritmo cardíaco
- Respiración acelerada (hiperventilación)
- Sudoración
- Temblores
- Sensación de debilidad o cansancio
- Problemas para concentrarte o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación acerca del cambio climático
- Problemas para conciliar el sueño
- Problemas gastrointestinales
- Rumiación
- Evitación de situaciones que generan ansiedad
Recuerda el objetivo no es que te autodiagnostiques ya que no hay diagnóstico posible y es muy aventurado hacerlo con una lista de síntomas sin conocer tu caso particular. Si percibes malestar, acude a un especialista.
¿Necesitas ayuda? Escríbeme aquí para hacer terapia online conmigo.
Cómo combatir la eco-ansiedad
No te preocupes, no te vas a ir de aquí sin herramientas para prevenir (o combatir, si ya la padeces) la ansiedad climática. Vamos allá.
Cómo controlar la ansiedad climática en 3 pasos
El especialista Patrick Kennedy-Williams, cofundador de Climate Psychologists, afirma que experimentar ansiedad climática en baja intensidad puede ser positivo, ya que conduce a que las personas actúen y estén más abiertas a cuidar del planeta. Sin embargo, demasiada información climática puede abrumarnos y conducirnos a una ansiedad poco adaptativa.
- Comparte tus preocupaciones: encuentra a una persona o grupo de personas con las que poder hablar sobre el tema y comprendan tu preocupación. De esta manera sentirás que se valida lo que sientes y, a su vez, formarás parte de un grupo que comparte tus valores.
- Lleva a cabo una acción encaminada a difundir o concienciar a otras personas sobre la importancia de cuidar a nuestro planeta ya sea a través de redes sociales, blog, charlas, podcast o YouTube. De esta manera sentirás que estás llevando a cabo acciones para cambiar el devenir del planeta.
- Limita el acceso a noticias sobre el tema: la sobreinformación sobre el cambio climático y catástrofes no va a ayudarte ni va a informarte más, es más, te va a angustiar. No te estoy pidiendo que te aísles y tires el teléfono por la ventana, sino que no te dejes llevar por el mar de (sobre) información.
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Recuerda no hay un planeta B, este es el nuestro, cuidémoslo.
Enseñar a cuidar el medio ambiente es enseñar a valorar la vida.
Anónimo
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Nos leemos pronto.
Te mando un abrazo,
Andrea M.P.