¿Vives días eternos con listas de tareas interminables? El mundo actual es veloz, con ansia de eficacia y rendimiento. Hay un factor que no tiene en cuenta… no eres un robot, necesitas descanso, socializar y realizar tareas gratificantes. En este post, quiero desmitificar la productividad desmedida que se está poniendo de moda. Comprenderás el camino que te lleva a querer hacerlo todo, sus consecuencias y qué hacer para gestionarlo. Yo no puedo con todo, ¿quieres aprenderlo tú también?
No puedo con todo: ¿Porqué quieres hacerlo todo?
1. Tus expectativas: te voy a plantear la siguiente pregunta ¿cuáles son tus expectativas? ¿se ajustan a la realidad? Tras haberte respondido mentalmente, te habrás dado cuenta de que te exiges más que a nadie, eres tu peor enemigo. Suelta la cuerda, afloja. Reflexiona sobre lo que realmente quieres en tu vida, no te ahogues en un mar de exigencias que no son significativas para ti.
En definitiva, reajusta tus expectativas a tu vida y objetivos realmente importantes para ti.
2. La autoexigencia ha podido contigo: has pasado de una autoexigencia que te hacía crecer, mejorar, aprender tus fallos y superarte a hablarte mal, señalar tus errores de forma exagerada y menospreciando tus logros. En este punto, en lugar de construir una mejor versión de ti mismo, te estás destruyendo.
Háblate desde el cariño y el respeto, no generalices los errores, ni los exageres, motívate sin presionarte con la tiranía de los «debería» y analiza el error centrándote en cómo mejorar o qué aprender de este. Por supuesto, no olvides valorar tus logros y permitirte recargar las pilas.
3. Asume que no puedes con todo: tienes un tiempo limitado cada día y no vives por y para trabajar. Elige qué tiempo le quieres dedicar a cada tarea, sin sobrecargarte, disfruta de lo que haces. Aprende a decir que no a las tareas que no son importantes para ti.
4. Perdónate: no hacerlo todo es normal, cada persona tiene un ritmo, lo importante es el significado que le das a las actividades que haces cada día. Mírate al espejo, dite «gracias por todo lo que haces, no pasa nada si no lo consigues todo, perdón por haberte exigido tanto, lo estás haciendo bien».
¿Qué consecuencias tiene no aceptar que no puedes con todo?
1. Mayor insatisfacción con la vida: en un estudio de la Universidad de Brock se descubrió que las personas más perfeccionistas eran más propensas a sentirse mal consigo mismas y con el entorno, falta de sueño, cefaleas, dolor de espalda y trastornos digestivos.
2. Baja autoestima: no llegarás a sentirte del todo satisfecho incluso cuando consigues un logro, siempre buscarás más y mucho mejor. En definitiva, sentirás que estás fracasando de manera constante. Como curiosidad te dejo este artículo: mitos sobre la autoestima
3. Tendencia a la negatividad: puesto que el objetivo es conseguir la perfección (meta inalcanzable ya que la perfección es subjetiva), independientemente del resultado y del esfuerzo, nunca disfrutarás de lo conseguido. Pensarás que no eres lo suficientemente bueno para que te salgan bien las cosas (ya que no te localizas en los logros y en lo que se puede aprender de los errores). Esto te llevará a anticipar los acontecimientos de un modo fatalista.
4. Rigidez: verás las cosas en blanco o negro (es decir, sale todo perfecto o sale todo mal). Se te hará difícil ver las situaciones con matices o términos medios lo cual complica el afrontamiento.
5. Pérdida de autoconfianza: te sentirás inútil porque según tu criterio rígido de perfección o imperfección no estás llegando a tus objetivos y llegarás a pensar que no conseguirás alcanzarlo.
Ejercicio de reflexión para ser más flexible en tu pensamiento y permitirte no llegar a todo
Deja de agobiarte pensando «No puedo con todo» y pregúntate:
- ¿Cómo he llegado a este punto?
- ¿Porqué creo que tengo que poder con todo y hacerlo todo?
- ¿Qué pasaría si no lo consigo?
- ¿Las consecuencias serían tan graves? ¿Qué sería lo peor que podría pasar si no lo consigo TODO, si no puedo con todo?
Como verás TODO no es igual de importante, esto quiere decir que puedes renunciar a ciertas cosas, es difícil, si porque conlleva romper un patrón de comportamiento que tienes arraigado desde hace un tiempo. Poco a poco, podrás ir renunciando, delegando y quedarte únicamente con lo que es esencial para ti.
Para escoger entre lo que SI quieres en tu vida y lo que prefieres desechar plantéate lo siguiente:
- ¿Cuál es mi objetivo en la vida?
- ¿Cumplir con todas las tareas es más importante que mi bienestar?
- ¿Qué necesito para seguir una vida plena?
Como te habrás podido dar cuenta, el cambio en el patrón de conducta es un camino largo y lleno de reflexiones. Lo que te puedo asegurar es lo bien que te va a sentar reajustar tus expectativas y objetivos en función de tus objetivos y situación. No eres perfecto y eso te hace especial. No puedes con todo, yo tampoco puedo con todo ¿qué mas da?
Si después de comprender esto estás list@ para comenzar a relajarte: Pasos para relajarse
La perfección es muerte; la imperfección es el arte.
Manuel Vicent
Andrea Martínez Pellicer
Agradecimientos Domm Cobb por la imagen. Tal y como dice, porfavor, no te exijas tanto, cuídate.